Todos los años en invierno, luchamos contra la temporada de gripe. Este año además parece que golpea aún más fuerte.

La enfermedad más frecuente en estos meses es la llamada “Resfriado común”, que es una enfermedad infecciosa de las vías respiratorias. Suele ser causada por un debilitamiento de las defensas del organismo como consecuencia del frío y la humedad, así como del contacto con el virus, a menudo rinovirus, coronavirus, adenovirus o parainfluenza. El período de incubación de la enfermedad suele ser de hasta 7 días, pero pueden surgir varias complicaciones como la sinusitis aguda.

¿Cómo podemos protegernos de las enfermedades que acechan en todas partes?

Para que nuestro cuerpo funcione correctamente y sea saludable y resistente a las enfermedades, nuestra inmunidad debe estar en orden. El sistema inmunológico tiene la función de proteger contra microorganismos como virus, bacterias o parásitos, pero solo puede hacerlo si está funcionando correctamente, por lo que el sistema inmunológico debe fortalecerse constantemente, además de una dieta equilibrada llena de vitaminas y minerales y suficiente ejercicio, así como complementos nutricionales.

¿Qué complementos nutricionales buscar y cómo consumirlos?

Vitamina C fortalece significativamente el sistema inmunológico, mejora la capacidad del cuerpo para hacer frente al frío, degrada las bacterias y ayuda con las enfermedades virales. También ayuda con la fiebre y reduce la necesidad de antibióticos. Recomendamos una dosis diaria de aproximadamente 500-1000 mg, pero con las infecciones la necesidad aumenta.

Vitamina D nos falta en esta época. Mientras que en el verano la obtenemos del sol, en esta época tenemos carencia, por eso es necesario suministrársela al organismo con regularidad, ya que su carencia provoca debilitamiento de la inmunidad, caída del pelo o problemas dentales. La dosis diaria recomendada es de al menos 1000-2000 IU, pero para enfermedades agudas podemos tomar hasta 4000 IU en una dosis diaria.

Zinc tiene efectos antivirales y antiinflamatorios globales, lo que lo convierte en uno de los métodos efectivos de prevención y tratamiento de enfermedades respiratorias. Por lo tanto, el zinc es crucial para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Los estudios han demostrado que el zinc puede reducir la duración de la enfermedad hasta en un 33%. La dosis diaria recomendada es de 15-30 mg para un adulto. Sin embargo con infecciones del tracto respiratorio humano, la necesidad de zinc puede aumentar.

Vitamina A también se conoce como una vitamina antiinflamatoria. Fortalece el sistema inmunológico y apoya la producción de mucosidad saludable en el cuerpo, lo cual es muy importante en caso de resfriado. La dosis recomendada es de alrededor de 2300 IU.

Complejo de vitaminas B además de fortalecer la inmunidad, también ayuda con el manejo del estrés y aporta la energía necesaria en la lucha contra los virus. La falta de vitamina B6 puede provocar un debilitamiento importante del sistema inmunitario. Las vitaminas del grupo B no se pueden almacenar en el cuerpo, por lo que es importante aportarlas al cuerpo todos los días. En cuanto a la posología, dado que no se trata de una sola vitamina sino de un grupo de varias vitaminas, la dosis diaria recomendada varía:

B1 (Tiamina) – 1 a 1,5 mg/día

B2 (Riboflamina) – 1 a 1,2 mg/día

B3 (Niacina) – 14 a 16 mg/día

B5 (Ácido pantoténico) – 6 a 7 mg/día

B6 (Piridoxina) – 1,8 – 2,4 mg/día

B7 (Biotina) – 30 mcg/día

B9 (Ácido fólico) – al menos 400 mg/día

B12 (Cobalamina) – 0,1 a 1 mg/día

¿Qué forma de presentación es la más efectiva?

Hoy en día existen en el mercado varias opciones de uso de suplementos nutricionales: en forma de polvo, comprimidos efervescentes, gotas, cápsulas, caramelos, líquidos o formas liposomales. Cada uno puede elegir según sus preferencias y gustos. Sin embargo, si está buscando productos con mayor absorción, le recomendamos que busque suplementos liposomales líquidos. Su absorción es hasta 6 veces mayor. Para comparar las diferentes formas:

Cápsulas, comprimidos, forma en polvo: absorción hasta 20 %

Vitamina C administrada por inyección directamente en una vena: absorción aproximadamente 70  %

Forma liposomal: capacidad de absorción superior al 90 %

Lo más importante es complementar el cuerpo con vitaminas regularmente y cantidades suficientes. Es importante llevar una dieta variada y equilibrada, hacer ejercicio regularmente y completar todo lo que al cuerpo le puede faltar con suplementos nutricionales. Un cuerpo bien nutrido puede combatir la gripe y los virus con mucha más eficacia.